La sociedad del cansancio

Publicado el 2025-10-29

La sociedad del cansancio (Ed. Herder) es un ensayo filosófico del reciente Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades Byung-Chul Han, filósofo surcoreano afincado en Alemania, donde en la actualidad imparte clases de estudios culturales y filosóficos en la Universidad de las Artes de Berlín.

En dicho ensayo Han sostiene que hemos pasado de una sociedad disciplinaria, basada en la obediencia y la prohibición a una sociedad del rendimiento, donde el sujeto ya no es explotado por otros, sino que se autoexplota buscando ser "la mejor versión de si mismo".
El resultado es depresión, ansiedad y un cansancio profundo de vivir. Sin lugar a duda una buena reflexión para todos los que viven inmersos en la sociedad de la inmediatez en la que coexistimos.

Nietzsche sabía que la vida humana cae en una hiperactividad mortal cuando de ella se elimina todo elemento contemplativo.
Por falta de tranquilidad, nuestra civilización está cayendo en una nueva barbarie. En ninguna otra época gozaron de tanto predicamento los hombres activos, es decir, los inquietos. Por eso, una de las correcciones que es imperioso hacerle al carácter humano es reforzar mucho el elemento contemplativo.

Han sostiene que las redes sociales, el auge del neoliberalismo y la cultura del rendimiento llevan a las personas a estar constantemente activas, productivas y autocontroladas, lo que provoca agotamiento físico y mental, La depresión, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno límite de la personalidad (TLP) o el síndrome de desgaste ocupacional (SDO) definen el panorama de comienzos de este siglo.

Este cansancio no es solo psicológico, sino también físico, derivado de la presión por optimizarse y cumplir con expectativas cada vez mayores. La sociedad del cansancio, es una sociedad en la que la libertad se transforma en una carga, y el individuo se ve atrapado en una dinámica de autoexigencia que conduce al agotamiento y a la pérdida de sentido.

Para profundizar un poco más en la línea de pensamiento de Han, a continuación un breve extracto de su discurso en la entrega del Premio Princesa de Asturias:

Creemos que la sociedad en la que vivimos hoy es más libre que nunca. En cualquier ámbito de la vida, las opciones son infinitas. También en el amor, gracias a las aplicaciones de citas. Todo está disponible al instante. El mundo se asemeja a un gigantesco almacén donde todo se vuelve consumible. El scroll infinito promete información ilimitada. Las redes sociales facilitan una comunicación sin límites. Gracias a la digitalización, estamos interconectados, pero nos hemos quedado sin relaciones ni vínculos genuinos. Lo social se está erosionando. Perdemos toda empatía, toda atención hacia el prójimo. Los arrebatos de autenticidad y creatividad nos hacen creer que gozamos de una libertad individual cada vez mayor. Sin embargo, al mismo tiempo, sentimos difusamente que, en realidad, no somos libres, sino que, más bien, nos arrastramos de una adicción a otra, de una dependencia a otra. Nos invade una sensación de vacío. El legado del liberalismo ha sido el vacío. Ya no tenemos valores ni ideales con que llenarlo.

Esta forma de vida, "nuestra forma de vida", lleva a la fatiga, a la extenuación emocional y a la pérdida del sentido de comunidad y bienestar. Debemos detenernos, reconocer nuestros límites y buscar un equilibrio para evitar que el agotamiento nos consuma y nos aleje de una vida plena y auténtica.